Participo en este grupo scout desde los 7
años, para mí es fundamental en mi vida, en mi tiempo libre y muy especialmente
en el verano: no me perdería el campamento por nada del mundo. También es una
actividad importante para mi familia. En el mismo grupo han estado dos de mis
primas mayores, que llegaron a ser monitoras. Ahora formamos parte de él mis
hermanos y yo, y tres primas más pequeñas de la otra parte de la familia. El
grupo se reúne cerca de casa de mi abuela, así que también es una oportunidad
para ir a comer con ella antes de las reuniones, o a visitarla después.
Tenemos al mes tres fines de semana de
actividad: uno de ellos hacemos salida (de día o de fin de semana), que suele
ser a la sierra de Madrid. Otros dos son reuniones, que generalmente se
realizan por la tarde, y son dos horas y media. Pero durante la semana muchas
veces hacemos nosotros los proyectos o desarrollamos tareas que se nos ocurren
o nuestros monitores nos sugieren.
Después de estos años, puedo decir que en el
grupo están también algunos de mis mejores amigos, por eso siempre procuramos
estar en contacto, ir a los scouts para mí no es una obligación sino una
oportunidad.