miércoles, 4 de marzo de 2015

Venezia

Este fin de semana fuimos a Venecia, un lugar que me gustó mucho y del cual vimos muchas cosas. Lo primero que hicimos fue coger el tren en la estación de Pordenone, desde la cual el viaje hasta Venecia es más o menos de una hora y cuarto. Nada más salir de la estación de la ciudad ya se veía el agua, ¡impresionante!


Después de callejear un poco y de cruzar muchos puentes pequeños que se encuentran cada cinco metros en este lugar, llegamos a la plaza de San Marcos, en la que hizimos unas fotos. También entramos en la Basílica que es espectacular y que merece la pena ver.

Ver agua por todas partes es muy impactante. Lo que más me gustó de esta maravillosa visita fueron las góndolas, esas barcas venecianas tan lujosas, especiales y (hay que admitirlo) caras. Me contaron que los hombre que las conducen (creo que les llaman gondoleros) hacen un curso en la misma ciudad para especializarse en eso, y son tan buenos en su trabajo que, por muy estrecho que se el paso, no rozan nunca con otras góndolas ni con los muros. También se que los gondoleros siempre hablan en dialecto.

Al final dimos un largo paseo muy cercano al agua con el sol de la tarde y un helado de merienda. Fue un día muy especial porque conocí algo nuevo y magnífico.

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